lunes, 22 de agosto de 2016

Primer día sola con los niños!

Hola a todos!

Bueno, como bien leéis en el título, llego el día... y es que hoy he pasado mi primer día sola con los niños. Y lo que todo el mundo me pregunta, ¿qué tal? Pues como oigo mucho que se dice por aquí... SO HARD! O lo que es lo mismo... muy muy muy muy complicado/duro.

Antes de contaros, os recuerdo que mi familia está compuesta por un padre y una madre (en proceso de divorcio) y tres niños, dos niñas mellizas de 6 años y un niño de 8.

Como ya dije en post anteriores, ya sabía que con el niño lo iba a tener un poquito más complicado (aunque ya os adelanto que no pensé que tanto), mientras que con las niñas iba a ser "coser y cantar" (uso las comillas porque tendrán sus días malos como todos los niños, pero en principio son toooodo amor), pues tal y como pensaba así ha sido.

Mi día de trabajo empezó a las 7.30 que fue cuando me recogió la madre (porque aún no tenían listo el seguro del coche, por lo que aún no podía conducir). Me llevó a su casa (que como sabéis ya conocía) y me enseñó donde había dejado preparado el lunch y que dar de comer a cada uno de los niños en base a sus preferencias en cada momento del día (y es que aquí los niños, o al menos los míos, desayunan (sobre las 7), toman media mañana (sobre las 10), comen el lunch (sobre las 12), meriendan (sobre las 3) y cenan (sobre las 6); y como para mi las cosas son complejas, cada uno de mis niños come una cosa diferente en cada momento del día, y a esto sumamos que siguen la dieta kosher, un lío vamos). Después la mamá se fue a trabajar y me dejó sola con los tres niños.

El principio de la mañana muy bien, la verdad es que todo fue sobre ruedas, estuvimos jugando juntos, leyendo y pasando un buen rato. Llegamos a la hora de la media mañana sin problema, preparé algo para cada uno de ellos y hasta ahí todo bien... No se como ni por que, las cosas empezaron a no ir tan bien a partir de ahí. Como ya he dicho anteriormente mis niñas son un amor, y para lo pequeñas que son he decir que se han portado como verdaderas campeonas hoy, me han ayudado muchísimo en todo, y la verdad es que se lo agradeceré eternamente...

Todos los problemas han venido con mi niño mayor (de 8 años), ha empezado a decidir retarme (eso entra dentro de lo normal, ya sabía que pasaría, son niños y necesitan saber hasta donde te pueden llevar), pero ha decidido retarme hasta límites insospechados. Lo primero, es que a cada cosa que le pedía contestaba sistemáticamente no, cada vez que le decía que no hiciera algo él lo hacía, si le decía que parase de hacer algo seguía haciéndolo (como lanzar cosas a sus hermanas, por ejemplo)... y todo esto acompañado de risas mientras me miraba queriendo decir, no te hago ni puto caso y me la pela. Bueno, vale, empecemos a usar todo aquello que tan bien se me da y que tanto me ha servido en otras ocasiones (como el tiempo fuera, dejarlo solo, intentar razonar...), pero nada. IMPOSIBLE con él. Vale, no me desespero, no desisto.

Llega la hora del lunch, les pido que recojan sus cosas e intento "hacer las paces con el niño", les prometo una galleta si dejan todo bien recogido. Las niñas lo hacen sin rechistar (a pesar de que el niño no dejaba de pincharlas y retarlas, vamos, que no paraba molestar a mis probrecillas) pero el niño, aún ofreciendo mi ayuda para recoger, decide que se la pela y que va a seguir haciendo lo que le salga de la punta, pues vale, no pasa nada, se queda sin galleta y listo.

Bajamos a comer, terminan el lunch y empiezo a hablar con las niñas sobre si quieren la galleta ya o prefieren esperar... Ahí aparece el niño en acción, diciendo que el quiere la galleta, le digo que lo siento mucho pero que para el no hay galleta, primero porque no ha recogido las cosas, y segundo porque lleva toda la mañana dándome por el... (bien explicadito con mi súper inglés, todas las razones de porque no le doy la galleta).
Nos pasamos como 30 minutos discutiendo sobre la galleta, lágrimas, gritos, enfados y demás y yo que no cambio de idea (ya sabéis que cuando digo algo lo cumplo, en todos los sentidos, pero especialmente cuando trabajo con niños). Mi niño que decide ponerse delante del armario para que no pueda coger las galletas, yo que lo aparto y las cojo. Doy una galleta a cada una de sus hermanas y mi niño que vuelve a lo de antes, gritos, lágrimas, enfados y demás, pero yo que no cambio de idea. Voy a guardar las galletas y mi niño que intenta quitármelas, las pongo en un estante donde no llega y el que intenta subirse a la encimera para cogerlas, yo que lo bajo, me pongo delante de él y le digo que no, que el no tiene galleta, y vuelvo a explicar el porque de mi decisión.
Ahí empieza la hecatombe... si antes habían sido lágrimas, gritos y enfados, ahora se suman puñetazos, patadas, arañazos, insultos, empujones, intentos de mordisco... mira, os juro que nunca me había pasado nada parecido. Pero paciencia, cuando parece que empieza a calmarse empezamos otra vez, puñetazos, patadas, arañazos, insultos, empujones, intentos de mordisco, lanzamiento de objetos, un muy alto I HATE YOU (si, Sandee lo estoy haciendo bien desde el primer día), un no quiero que vuelvas a venir a esta casa y millones de ingeniosas frases más... Después de soportar esta situación durante muchísimo tiempo, creo que hemos podido estar así al menos 45 minutos (con las consiguientes marcas por todo mi cuerpo regaladas por mi niño en ese tiempo) decido llamar a la madre a ver si ella me ayuda a calmarlo, porque yo ya no se que más hacer. La madre consigue calmarlo pidiendo que vaya a su habitación (odio tener que admitir que he necesitado ayuda de la madre, pero cuando no se puede, no se puede y punto, hay que pedir refuerzos, además que como sabéis los 8 años empiezan a salirse de mi rango de edad).
Me quedo sola con las niñas, y os juro que lo he pasado taaaaaaaan mal durante ese rato que se me caían las lágrimas cuando estaba con ellas. Por suerte ya os dije que las niñas han sido un amor, un amor de verdad, me emociono de recordarlo... Durante todo este rato se han mantenido al margen y me han ayudado en todo, M especialmente que a pesar de que su hermano le ha dado un puñetazo horrible en toda la barriga, la pobre mía ha seguido ahí intentando ayudarme, ha ido a comprobar que su hermana estuviera bien (porque en este tiempo la había perdido de vista), ha intentado calmar a su hermano, me ha acercado el teléfono para llamar a su madre, ha explicado la situación a su madre (que yo con intentar que el niño no siguiera pegándome tenía suficiente), un amor de verdad. Luego T, cuando ya se había calmado su hermano y había subido a la habitación, me ha ayudado a limpiar el estropicio que había por el suelo (porque mi niño ha tirado todo lo que había por el medio) sin que se lo pidiera. Ya os digo que un amor, las adoro, de verdad, hoy se han ganado mi amor eterno.

Cuando mi niño ha conseguido calmarse, he de decir que ha venido a jugar con nosotras y lo hemos pasado bastante bien, aunque yo estaba con una tensión horrible, no fuera que volviese a explotar... Finalmente ha llegado la mamá a casa y ha hablado con el niño, esperemos que en el resto de los días las cosas vayan mejorando, porque pasar un año así se me va a hacer difícil. Por suerte, esta semana el niño está de campamento (hasta el viernes) por lo que podré disfrutar de la compañía de mis niñas y creo que pasaremos un muy buen tiempo juntas. Ya os iré contando.

Aún así, desde ya os digo que no pienso rendirme con el niño, aunque me vaya llena de moratones cada día a casa, así que deseadme suerte!

Un beso enorme y os mantendré informados sobre las novedades de mis días con mis queridos host kids, =).


10 comentarios:

  1. Madre mía estoy flipando. No pensaba yo que se iba a poner así el niño. Espero que ahora que la madre ha hablado con él cambie de actitud. Vamos, estoy segurísima que sí y ya verás como a final de año no quieren que te vayas :)

    Las niñas, por otro lado, que monas son. Espero conocerlas algún dia ;)

    Un besazo guapa y mucho ánimo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver que tal cuando venga, porque ahora está de campamento y no lo veré hasta el sábado (creo). Que por otra parte me viene perfe, solo un día he estado con él y ya necesito un respiro, jajajaja.
      Las niñas? Cada día me enamoran más y más, te lo juro, las adoro.. Siiiiii, las conocerás en cuanto vengas a verme a Boston, =)

      Un besazo enorme!

      Eliminar
  2. Te voy dar una solución alternativa por wasap 😉

    ResponderEliminar
  3. Madre mia tu niño Leila!

    A mi me quedan 6 semanas exactas para ir a Irlanda de Au Pair y la verdad es que estoy un poquito nerviosa (debe ser normal)
    Me he leido todos tus post y me han ayudado mucho (te cojo ideas para la preparación de mi maleta).

    Hace un par de semanas empezé a escribir un blog para que la gente conociera mas o menos la vida de Au pair en Irlanda. Sé que está lejos de donde tu estas. Pero me gustaria que le dieras un vistazo y que se lo recomendaras a aquellas personas que quieran empezar en Irlanda!

    http://minuevavidaenirlanda.blogspot.com.es/

    Gracias y animos! Poco a poco el niño ira viendo que tiene las de perder con sus rabietas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola guapísima!

      Si, estar nerviosa es lo más normal, yo aún recuerdo la primera vez que me fui de au pair, menudos nervios pasé...
      Me alegro muchísimo que mis post te sirvan, =).

      En cuanto tenga un huequito me pongo al día con tu blog, me encantará leerlo. Desde ya te añado a mi lista de blogs, =).

      Un besazo enorme y nos leemos, =)!!

      Eliminar
  4. Mucho ánimo.

    Tu niño me recuerda mil a mi niña de tres años que era igual, me llegó a amenazar con un cuchillo (de plástico por suerte) pero en el fondo me cogió mucho cariño.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajajajaja, lo siento pero lo que me he reído con lo del cuchillo de plástico... Imagino que lo pasarías fatal. Pero me alegro mucho que al final te cogiera cariño, =).

      Un beso!

      Eliminar
  5. Keep Kalm, todo irá bien, seguro!!!! Un beso guapa!!!

    ResponderEliminar